Prueba Lexus IS 220d | Cultura Racing

Probamos el IS 220d la exitosa berlina de Lexus

Cuando pensamos en una berlina premium, irremediablemente se nos vienen a la cabeza las marcas alemanas, y puede que alguna de origen sueco. Lexus es la alternativa japonesa a estas marcas, y en esta prueba el IS 220d nos demuestra que tiene argumentos más que suficientes para plantar cara a las berlinas europeas más selectas.

La primera serie del IS, que salió a la venta en 1999, alcanzó gran éxito y reputación al combinar elementos de diseño fuera de lo común con un comportamiento deportivo. Su línea, su tracción trasera, sus motores V6 de gasolina y su exclusivo interior fueron argumentos de peso. Hasta sus innovadores pilotos traseros -con tulipas transparentes y fondo plateado- fueron copiados hasta la saciedad durante años. Hoy sigue siendo un coche muy buscado y venerado por los amantes de las berlinas deportivas.

La nueva generación -a la venta desde 2006- es digna sucesora de las letras IS, y perpetúa todas las cualidades del modelo al que sustituye. Además, por primera vez en la historia de Lexus, viene con motor diesel.

Diseño Exterior

En el mercado actual, las formas de los nuevos coches sucumben cada vez más ante las necesidades de espacio interior y seguridad, perdiendo personalidad y las tradicionales formas cuadradas de la carrocería hasta el punto de hacer difícilmente identificables los volúmenes del vehículo.

Así las cosas, es de agradecer que queden marcas como Lexus en las que la pasión y la belleza son los pilares básicos a la hora de diseñar un coche, y que con esta moda que nos invade de monovolúmenes y vehículos cada vez más redondos y anodinos, el nuevo Lexus IS guarde una perfecta proporción y armonía de sus formas.

El exterior del nuevo IS cautiva desde el primer vistazo, no podemos ponerle pega alguna. Rezuma elegancia y deportividad, características comunes en todos los modelos Lexus pero que tienen en este modelo su máximo exponente.

Su morro bajo, muy afilado, con un capó de marcadas aristas, y su parte trasera de aspecto robusto y sólido le confieren un aire muy deportivo, como si de un roadster se tratara. Sus puntiagudos faros que casi montan sobre las aletas y sus pilotos que se elevan de forma súbita contribuyen a este aspecto agresivo.

De perfil, lo más característico son sus tres volúmemes perfectamente proporcionados, que junto a una cintura alta y una estilizada silueta, (probablemente la que más de entre todas las berlinas actuales) agudizan de forma magistral este moderno, exclusivo y distinguido diseño.

Las enormes llantas de 18″ son el complemento perfecto a un coche de una belleza sin igual. Rematadas en color oscuro, y calzadas con neumáticos 255 en su tren trasero, son la guinda perfecta al exquisito diseño del vehículo.

Interior

El diseño interior del nuevo Lexus IS casa a la perfección con el exterior, haciendo gala de un aire tecnológico y deportivo que revela un exhaustivo cuidado por el gusto y la calidad, como viene siendo habitual en la marca japonesa.

Todo el habitáculo está rematado con materiales de buena factura y muy agradables al tacto. La mezcla de colores, formas y materiales empleados crea esa atmósfera lujosa y deportiva de la que hablamos.

Las zonas blandas y acolchadas estan repartidas por todo el interior. La parte superior del salpicadero y de las puertas tienen una textura gomosa, blanda y bastante agradable, alejada de los típicos plásticos duros que suelen tener las berlinas de marcas generalistas. Los guarnecidos de las puertas y el apoyabrazos -bastante ancho y con un cofre en su interior- son acolchados y recubiertos de agradable piel rematados con costuras.

Todos los mandos y controles estan correctamente ubicados, aunque la situación de los elevalunas y memorias del asiento requiere un proceso de aprendizaje. El accionamiento de todos estos botones y mandos es bastante satisfactorio, y hasta algo a priori tan simple como la pequeña tapa que oculta el cenicero tiene un sistema de apertura muy agradable. Ya podrían aprender otras marcas consideradas premium y que se empeñan en usar plásticos de calidad inferior, aunque eso si, muy bien disimulados.

El volante de corte deportivo, está forrado en piel y alberga los mandos básicos de la radio y del ordenador de a bordo, que se muestra en un pequeño display central del cuadro de instrumentos.

La iluminación interior es otro punto fuerte, con abundantes luces de cortesía, aunque el tono verde usado para iluminar los botones de la consola central recuerda a los coches de los ’90. Destaca el cuadro de instrumentos con iluminación en blanco y azul, y que lleva circulos concéntricos de iluminados en azul que cambian a color rojo o en naranja al llegar a altas velocidades o revoluciones. El espacio para los pies de conductor y acompañante lleva luz indirecta, no molesta en absoluto y alumbra lo suficiente para ver nuestros pies.

Los asientos delanteros tienen muy buena presencia, vienen tapizados en alcántara y son bastante cómodos. La sujeción lateral es buena y llevan ajuste eléctrico, aunque la amplitud no es su punto fuerte.

Detrás, y a pesar de traer 3 cinturones, el asiento tiene solo dos plazas válidas, además, entre el espacio que ocupa el túnel de transmisión y la poca anchura de la plaza central, si se sienta alguien aquí deberá ser un niño o una persona delgada con pies pequeños. El espacio para las rodillas tampoco es muy amplio. Sorprende que un coche con esa anchura exterior no sea capaz de incorporar 5 plazas de verdad.

Lexus al menos no intenta disimular esta falta como hacen la mayoría de las marcas, y las dos plazas de la banqueta trasera estan debidamente diferenciadas hasta tal punto, que ofrecen una sujeción lateral bastante aceptable. Eso sí, son muy cómodas y ese diseño semi deportivo gusta, muy a tono con el espíritu del coche. El apoyabrazos del respaldo trasero es amplio y con posavasos.

Los pedales metálicos con inserciones en goma son otro elemento que revela la deportividad innata del IS.

Maletero

Sobre el papel, los 398 litros que cubica el maletero pueden parecer algo justos comparado con los modelos de la competencia, pero a la hora de meter bultos, la forma y la profundidad permiten cargar casi todo lo que necesitemos.

Hay que tener en cuenta que al ser un vehículo de tracción trasera, el diferencial y los palieres ocupan un espacio que de no ser así estaría disponible en el maletero.

Los guarnecidos y la moqueta son de muy buena calidad, y lleva ganchos para redes perfectamente enrasados. El portón se queda abierto por bisagras con muelles ocultos y no con los típicos amortiguadores que van perdiendo efectividad -y aceite- con el paso del tiempo. Las bisagras del portón tienen un recubrimiento plástico. La rueda de repuesto es de galleta.

Además, viene de serie con una gran alfombra de goma que cubre toda la base del maletero y protege la moqueta de manchas y arañazos.

Motor

El IS 220d es el primer modelo de la historia de Lexus que monta motor diesel. Este propulsor, heredado de los modelos Toyota es uno de los más ecologicos del mercado. Fabricado en aluminio, cuenta con la tecnología D-CAT que reduce considerablemente las emisiones contaminantes y el consumo. No en vano fue en su día el motor diesel más limpio del mundo.

Con 2.200 cc, 4 cilindros y 16v con inyección directa desarrolla 177 cv, y que pesar de que acelera y empuja realmente bien, tenemos que decir que no da la sensación de tener tanta potencia.

El funcionamiento es muy silencioso y suave, y aunque notamos perfectamente cuando empieza a actuar el turbo, hay un amplio margen de utilización del motor.

Conducción

A pesar de la falta de amplitud interior, la conducción del IS es tan agradable y satisfactoria que se vuelve incluso adictiva.

Su precisón de guiado en todos los tipos de vía es ejemplar, haciendo gala de un equilibrado comportamiento. Con reacciones muy nobles, el chasis no rechista y responde con inmediatez y agilidad a las órdenes del volante.

Como un buen coche debe ser, el Lexus IS es tracción trasera, y a pesar de las enormes ruedas del eje posterior -255-, la zaga se desmanda cuando aceleramos con contundencia y el turbo sopla a tope. Los neumáticos traseros no son capaces de aguantar el empuje del motor y el control de estabilidad tiene que hacer horas extra para evitar que la zaga nos adelante.

La caja de cambios tiene seis marchas, aunque la sexta tiene poco tirón y las recuperaciones son algo pobres, siendo ideal para llanear y hacer consumos pero algo corta para adelantamientos o subidas pronunciadas. El resto de marchas tiene un escalonamiento. El tacto de la palanca es bastante preciso.

En carreteras de curvas y asfaltos rotos sigue haciendo gala de un comportamiento muy equilibrado, su conducción en este tipo de firmes es exquisito, en ningún momento presenta síntomas de subviraje, e incita a tomar curvas sin parar.

Los consumos no son su punto fuerte, si practicamos una conducción «alegre» tendremos que parar a repostar más de lo deseado. Aún así, su conducción nos gusta tanto que preferiremos gastar algo más y no renunciar a las bondades del motor y chasis.

Para parar el motor solo es necesario volver a tocar el botón START, aunque el disfrute de su conducción hará que no te quieras bajar, quieres seguir y seguir conduciendolo, pero el volante que se retrae automáticamente unos centímetros te invita a abandonar el habitáculo. Una pena.

Característivas y Equipamiento

Cuenta con una garantía de 5 años o 160.000 kms

Tiene tres niveles de acabados y equipamiento: Sport, Luxury y President.

Longitud / Anchura / Altura: 4.575 / 1.8 / 1.425 mm. Distancia ejes: 2.730 mm. Peso: 1.585 kilos

Neumáticos: 255/40/18 (det) 225/40/18 (del)

Prestaciones: 0-100 km/h en 8,9 seg. Velocidad máxima: 215 km/h

Capacidad depósito combustible: 65 l.

En resumen, el Lexus IS es un coche que transmite calidad y lujo desde el instante que cogemos el tirador de la puerta, con una deportividad rebosante y con una dinámica de conducción que te hace adicto a él. Si a esto le añadimos un diseño espectacular y atractivo, se convierte en la alternativa perfecta en lo que a berlinas premium se refiere.

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